Es una receta sencillísima francesa que la podemos tomar en cualquier época del año, ya que esta crema sabe igual de rica, tanto fría como caliente. Como estoy escribiendo la receta en el mes de julio, la preparamos fresquita.
Ingredientes
- 1 cucharada de mantequilla
- 4 puerros (solo la parte blanca)
- 3 patatas
- 1/2 litro de agua con un cubito de carne, o mejor si tenemos caldo de pollo casero
- 1 brick pequeño de nata líquida para cocinar
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
1
Limpiamos bien los puerros utilizando solo la parte blanca. Los cortamos en rodajas o en trocitos, enjuagándolos muy bien bajo el grifo. También, pelamos, lavamos y picamos las patatas en trozos.
2
Rehogamos el puerro en la mantequilla, a fuego muy lento para que no tome nada de color. Cuando esté blandito añadimos las patatas y el caldo. Subimos el fuego, añadimos sal (si añadimos cubitos, poca sal o ninguna) y dejamos cocer durante 30 minutos hasta que las patatas estén bien tiernas.
3
Apagamos el fuego y lo trituramos con la batidora, con cuidado que no nos salpique.
4
Cuando se enfríe un poco, añadimos la nata líquida. La cantidad de caldo y la textura, a cada uno le gusta de una forma. A mí me gusta la crema un poco espesa y no me importa que esté un poco grumosa. Si la queréis más clarita y más fina, pues más caldo y más tiempo de triturado. Cuando haya alcanzado la temperatura ambiente, a la nevera en un recipiente o en cuencos individuales.
5
La podemos servir acompañada de cebollino, beicon finito y crujiente, curruscos de pan…… ¡Imaginación al poder!